MI ENCUENTRO CON LA LITERATURA

Hasta septiembre del 2009, mi encuentro con la Literatura había sido muy solitario. Había realizado varios Talleres de lectura con mis alumnos, había realizado varios proyectos áulicos relacionados con esto pero en mi interior, faltaba algo. Algo que solo descubrí cuando tuve la oportunidad de participar en un taller MUY diferente.

Los coordinadores, Martín y Leandro , en el marco de un proyecto bastante peculiar y por cierto muy significativo, se detuvieron en Orán ( casi por casualidad ) y me invitaron a participar de unos talleres que en ese momento estaban realizando en diferentes lugares de Argentina y que luego se concretarían también en Bolivia.

La experiencia fue sorprendente: acostumbrada a ser la que coordinaba pasé a ser una participante más, introvertida (no se puede negar) y a la que en un principio le costó mucho hacer lo que le proponían.

En primer lugar descalzarse, en segundo lugar... jugar!! siguiendo algunas consignas de Lean, para luego relajarnos al son de la guitarra de Martín y de un poema recitado en francés.

Hasta allí, todo era nuevo para mí pero eso no sería todo.Después tendría la posibilidad de escribir, de expresarme (dudosa, con cierta vergüenza , me animé a leer esa sencilla producción)

Y desde ese momento sentí que la Literatura no se podía transmitir sin sentimientos, sin vivirla plenamente, sin sentirla parte de nuestras vidas, sin desestructurarme para disfrutarla y pensé que esto también podría ser una muy buena oportunidad para mis alumnos, que son pequeñitos (entre 6 y 8 años) y por qué no trasladarla a mis prácticas áulicas.

Así comenzó este recorrido breve pero muy importante para mí, en el camino de los Talleres de Lectura y Escritura.

Por eso mi agradecimiento eterno a dos personas que llevan la Literatura en la sangre y que con una humildad increíble, me enseñaron mucho a través de sus experiencias, de las largas charlas y de los e-mail que hasta hoy intercambiamos, cargados de sugerencias.

Muchas gracias Leandro y Martín por propiciar este cambio y por acompañarme, aunque sea a la distancia, en esta gratificante tarea.