Dicen que las Madres son ese encanto que nos da la vida solo por el hecho de aceptar vivirla. ¡¡¡Y vaya que sí lo son !!!
Ellas nos acompañan, asumen retos diarios, toman nuestras manos para cruzar la calle pero también para avanzar en la vida. Son también las mujeres que al dejarnos por primera vez solos en la escuela, después de enseñarnos que hay que ser valientes , caminan sin mirar hacia atrás porque seguramente unas lágrimas se asoman en sus ojos.
Nos transmiten miles de saberes, y también miles de gustos. No hay nada más lindo que dormir en el regazo de mamá después de escuchar un cuento. ¿No lo creen?
Por eso hoy , en esta entrada, decidí hacerles mi pequeño homenaje a unos madres que me acompañaron en un proyecto muy importante este año en torno a los libros y la lectura.
Aquí el relato:
Fue solo invitación sencilla, para quien deseara acercarse a leerle a los niños, incluía tíos, hermanos mayores, abuelos, padres y por supuesto madres.
Y allí estuvieron ellas, presentes como siempre, atentas a la convocatoria, dispuestas a colaborar y sorprender con una historia a un grupo de niños expectantes.
La primera en visitarnos fue
Carmen ,
mamá de Julieta de 2º grado. Ella nos hizo conocer la historia de un abuelito que no quería por nada del mundo cambiar sus viejas zapatillas hasta que por fin la abuela logra convencerlo. Historia tierna, pintándonos un retrato de los abuelitos. Muy linda para compartir y los chicos, felices de la vida, la escucharon una mañana de lunes muy tranquila.
Otro día vino
Claudia, mamá de Julieta de 3º grado, y vaya que nos hizo movilizar!! Ella tan alegre y espontánea llegó muy equipada: con su notebook , para que los niños vean otros soportes de textos y con algo aún más que genial... una guitarra!!!!! Eso sí que era una sorpresa para mí.
Trajo preparado el cuento de Pinocho, con actividades muy divertidas, una dinámica grupal para crear un cuento en forma oral y finalmente , como broche de oro, cantar la conocida canción de Pinocho al son de los acordes de su guitarra. ¿Y qué les puedo decir? Más que sensacional ese encuentro con la Literatura ligada a la música. Se antoja una repetición...y muy pronto !!!
La tercera visita estuvo a cargo de
Mónica, mamá de Mariano de 3º grado, que compartió una leyenda muy bonita del sur del país , de donde es ella. Ayudándose con láminas nos llevó a recorrer esos hermosos paisajes neuquinos.
Y al terminar se escuchaba: ¡Otra, otra! Seguramente habrá una segunda oportunidad.
En cuarto lugar , llegó
Griselda, mamá de Joaquín a un primer grado que esperándola en ronda y sentados en una alfombra, decidieron a escuchar una linda historia cuyo mensaje estaba dedicado a los padres. ¡¡¡Cómo la disfrutaron todos!!! Se advierte esto en el silencio profundo, y en las risas al unísono según lo determine el relato.
Por último vino
Rosita, mamá de Franco de 3 º grado y mi eterna colaboradora, que buscó minuciosamente un libro para poder compartir una historia completa, de modo que ya nos va visitando varias veces. Los chicos recuerdan perfectamente la página en que se detiene la lectura y eso que solo pueden escucharla los viernes.
Para deleitarnos eligió nada más y nada menos que "El niño envuelto" de Elsa Bornemann, autora muy presente en nuestras clases de Lengua y que los chicos tienen entre sus favoritas.
Los días viernes entonces, se transformaron en días especiales ...y qué lindo que sea de la mano de una mamá. Gracias por narrarlo con esa alegría y soltura, Rosy.
Así fue como estas madres tan generosas vinieron a compartir con nosotros la "fiesta del libro", haciéndose un espacio en sus respectivos trabajos (porque además de todo son muy trabajadoras) , solo con la intención de transmitir algo que llevan en su interior y que es ese disfrute de la Literatura.
Y en este homenaje para ellas , también va el homenaje para mi madre , que con su tierna voz, supo narrarme cuentos muchas noches de mi vida, cuentos inventados donde por casualidad, varias veces, era yo la protagonista. ¡¡¡Gracias mami !!! por enseñarme a amar los libros a tu manera... sencilla, no planificada pero cargada de amor sincero.
Gracias
CARMEN, CLAUDIA , MÓNICA, GRISELDA y ROSITA porque con esa buena predisposición ayudan a crecer no solo a sus hijos sino a mi también como docente y como persona.
Disfruté tanto como mis alumnos de la presencia de cada una de Uds. Gracias por el apoyo constante .¡¡¡ Gracias por estar !!!
Paola